¿Puede haber algo más emocionante para un orador que recibir una ovación final?
Terminar tu discurso y que comiencen a escucharse los aplausos mientras ves que el público se levanta de sus asientos es una de las experiencias más gratificantes que se pueden vivir porque significa que tu mensaje les ha llegado de verdad.
Hablar en público con destreza es una habilidad imprescindible hoy en día, pues la comunicación es la base de cualquier tipo de relación, ya sea personal o profesional. Sin embargo, a la mayoría de personas les cuesta organizar lo que quieren decir, se ponen nerviosas a la hora de ejecutar un discurso o no saben cómo causar el impacto deseado en su audiencia.
Como decía Aristóteles: “Saber contar una idea es tan importante como la propia idea”.
Pero tú no eres parte de esa mayoría. Si estás leyendo este artículo ya has dado uno de los pasos más importantes para mejorar tu comunicación: ser consciente de que un buen orador se hace. Como siempre digo: “no hay transformación sin formación”.
“¿Para qué voy a aprender claves de oratoria si no doy charlas ni tengo que hablar frente a grandes audiencias?” Quizás en tu día a día no tengas que enfrentarte a un auditorio repleto de asistentes, lo más habitual es que tengas que intervenir en una reunión de trabajo y exponer tu punto de vista o defender un proyecto, negociar un cambio de posición o un aumento de sueldo, o liderar una reunión de vecinos.
Método BRAVO te permite descubrir cómo conseguirlo de manera eficaz en cualquiera de los escenarios. Es un sistema que alberga los secretos mejor guardados del mundo de la oratoria. Un compendio de claves prácticas que he recopilado y perfeccionado en mis conferencias y en el día a día del trabajo de mis clientes, tanto en empresas como con otros conferencistas profesionales.
El libro Método BRAVO que publiqué con Alienta, del Grupo Planeta, ha llegado a su duodécima edición y cuenta con miles de copias vendidas en todos los países de habla hispana. Además, en la Bravo School ofrecemos conferencias y formaciones completas sobre cómo hablar en público de forma brillante y comunicar eficientemente tanto en alta dirección, como managers o equipos. Y como hoy me dirijo directamente a ti, quiero compartir los pasos de BRAVO que pueden ayudarte en tu comunicación a todos los niveles.
Bienvenida
Reconocimiento
Autoridad
Valor
Ovación
Como ves, BRAVO es un itinerario de cinco pasos en forma de acrónimo y la suma de significados que lo generan. Completar el recorrido de las letras que lo componen te proporcionará las claves para que tu discurso sea imposible de olvidar.
La «B» de Bienvenida
La bienvenida es fundamental para provocar una buena impresión en la audiencia. Los primeros instantes sirven de filtro para continuar procesando la información y conforman la opinión posterior. Tu comienzo va a ser lo más y mejor recordado, y además va a poner a tu audiencia a favor o en contra. La mejor manera de bordar la bienvenida es estudiarla, repetirla y ensayarla cientos de veces; en otras palabras, grabarla a fuego en la memoria.
La «R» de Reconocimiento
El reconocimiento es el segundo punto en el que se apoya un buen discurso. Ante todo, reconocimiento a la materia que tratas: lee, mira, busca, comparte y hasta respírala; enamórate de ella. Después, reconocimiento a ti como orador u oradora, lo que te dará seguridad, porque hablar bien en público se fundamenta en pensar bien en privado. Y, por supuesto, reconocimiento a tu audiencia por su atención y presencia: si el tiempo es oro, la atención es diamante.
La «A» de Autoridad
La autoridad es el tercer pilar para hablar bien en público. Es símbolo de credibilidad y la transmitimos por medio del lenguaje verbal y del no verbal. Estas dos vías pueden actuar por separado, pero si lo hacen conjuntamente, el efecto es mucho más potente. Eso sí, el lenguaje corporal tiene algo más de peso: nadie creerá una palabra de tu boca si tu cuerpo y tu voz no te acompañan.
Recuerda que la mejor manera para ir ganando autoridad es proyectarla; mientras lo logras, haz como si la tuvieras.
La «V» de Valor
El cuarto elemento fundamental para hablar bien en público es el valor. Recuerda que si el tiempo es oro, la atención es diamante, por lo que tienes que dar mucho a cambio a quien decide escucharte. Habla de forma que el coste de aceptar lo que dices sea liviano y que su percepción del valor suba hasta el infinito… y más allá.
La «O» de Ovación
La ovación es el último paso de un buen discurso. El final de tu charla es la última oportunidad para captar toda la atención de la audiencia, por lo que tiene que resultar esclarecedor, sorprendente y brillante, además de mover a la acción. Por eso debe contener una conclusión deslumbrante, impactante y aspiracional.
El escritor norteamericano Jack Kerouac escribió su más célebre novela, En el Camino (On the road), en un rollo de papel de 36 metros que recortó para que cupiera en su máquina de escribir, de esa manera no interrumpía su proceso creativo. Kerouac creó una de las mejores novelas del siglo XX en 3 semanas de escritura frenética.
Yo, salvando las distancias con Kerouac, lo voy a dejar aquí, en página y media, esperando que con este breve artículo te animes a incorporar el Método BRAVO en tus intervenciones en público y que tu comunicación sea brillante. ¿Comenzamos?